
¿Tienes miedo al chocolate?
Hoy veremos, de manera informativa teorías que ni remotamente sospechábamos con respecto a las bondades de su majestad “el Chocolate” que tanto ha endulzado la vida de la mujer en todas las épocas de la vida, desde nuestras abuelas del año del caldo, hasta nuestras nietas del Siglo XXI…
Tras darnos una vueltecita por la “Agencia Escrito” de El Debate de Culiacán, hemos podido recopilarles un montón de interesantes datos acerca del chocolate, datos que quizás desconocías:
“Estilo”, nos dice que diversos estudios han comprobado que el chocolate negro (por ejemplo), ayuda a bajar la presión arterial en personas hipertensas y además tiene un efecto protector frente a otras enfermedades por sus efectos antioxidantes.
A pesar de todos los mitos que rodean a esta delicia, las investigaciones sobre las propiedades del chocolate han llegado a la conclusión de que el cacao (alimento rico en flavanol), que es un tipo de antioxidante, es el responsable al momento de mantener una presión arterial saludable (es bueno para el corazón), consumirlo resulta quizá la mejor experiencia; sin embargo, para que tenga mejor efecto conviene elegirlo negro; es decir, sin leche y en pocas cantidades. Pero conozcamos más sobre este rico alimento que es más que un simple antojo.
En varias investigaciones, se han despejado ya las dudas acerca del papel protector de los

No obstante, los investigadores subrayan que el efecto antioxidante del cacao se inhibe normalmente por acción de la leche con la que se acompaña, tanto su presentación soluble como buena parte de las pastillas de consumo de chocolate más extendido. Una pequeña tableta de chocolate negro sin leche aporta al organismo (según estudios), tantos flavonoides como seis manzanas, algo más de cuatro tasas de té, o dos vasos de vino tinto.
Así que amigas… ¡Fuera culpas! y a comer chocolates.
La grasa saturada de la manteca de cacao, el ácido esteárico, no aumenta el colesterol malo, al contrario, parece ayudar al hígado a eliminar el exceso de ese lípido de la sangre. Tampoco salen más granos en la cara como se cree y no hacen creer por abusar del chocolate, aunque es obvio, que una dieta sana mejora siempre el estado de la piel, el acné por ejemplo, se debe a una producción excesiva de sebo causada por factores hormonales, y no dietéticos.
Y con respecto a la migraña, una investigación asegura que el chocolate no provoca dolores de cabeza, que no le anden echando la culpa al pobre chocolate de sus frustraciones y angustias acumuladas.
De las caries, es cierto que existen alimentos más cariógenos que otros y que el chocolate, por su contenido en azúcares, se encuentra entre los de mayor riesgo. Sin embargo, si este y otros alimentos cariógenos se consumen con las comidas y antes del cepillado dental, el riesgo y peligro desaparecen.

En síntesis: Echemos al cesto de basura los mitos del chocolate y disfrutémoslo en todas sus presentaciones; líquido o sólido, caliente o frío, de noche o de día, el chocolate siempre es y será bienvenido para endulzar las amarguras de nuestra vida y olvidémonos de que engorda si lo consumimos con prudencia y moderación. Tampoco agrava el acné ni las espinillas, ya que las propiedades grasas del cacao no se acumulan en las glándulas sebáceas.
Tampoco crea adicción, ya que ese deseo que produce con frecuencia el dulce, se debe a situaciones de bajo estado anímico, o presencia de síntomas depresivos, o en el período menstrual de la mujer. Este efecto puede explicar el consumo excesivo de chocolate.
Y de las pobres migrañas, pues a buscarles solución por otro lado, porque si bien es cierto el cacao y los chocolates presentan cantidades apreciables de ciertas sustancias como la tiramina, histamina, y la feniletilamina que se relacionan con la aparición de migrañas, se ha comprobado que el detonante de la migraña se debe a varios factores que nada tienen que ver con el chocolate, y la participación de dichas sustancias, no se ha podido establecer de forma concluyente.
Pero no te traumes mujer…
¡Oye, disfruta tu chocolate,baila y goza las delicias que tiene la vida!